“La chispa inicial para un gran fuego reside en la leña humilde de hoy.”

Piensa en un tronco robusto que, para arder con fuerza, primero debe encenderse con pequeñas astillas. Tu motivación diaria no siempre se manifiesta como un torrente de energía avasallador, sino a menudo como una leve incitación, una semilla de ánimo.

Es ese instante en el que decides levantarte, dar el primer paso, o pronunciar la primera palabra de un proyecto. Es la inspiración más pura: la que se nutre de lo ordinario para transmutarlo en extraordinario. Abraza esas pequeñas chispas; son el presagio de la llama que vendrá.