“Que cada amanecer sea tu lienzo en blanco, pintado con el ímpetu de lo posible.”

Esta frase nos invita a ver cada nuevo día no como una repetición, sino como una oportunidad virgen. El "lienzo en blanco" es un poderoso metáfora de la libertad que poseemos para elegir nuestras acciones y actitudes. No estamos atados a los trazos del ayer; podemos comenzar de nuevo, infundiendo en él la energía que deseemos.

Es un recordatorio de que la motivación diaria no es un destino, sino un proceso. Al igual que un artista selecciona sus pinceles y colores, nosotros elegimos nuestro ánimo y nuestro enfoque. El "ímpetu de lo posible" es esa chispa interna, ese empuje que surge cuando creemos firmemente en nuestras capacidades y en el potencial que cada jornada encierra, incluso en las tareas más mundanas.