“El optimismo no es negar la realidad, sino elegir la perspectiva que impulsa la acción.”

Es la creencia en la posibilidad de un futuro mejor, y el motor para crearlo.

Imagina que te encuentras en medio de una tormenta. El pesimista se resigna al diluvio, mientras que el optimista busca el arcoíris que aparecerá al final. Tu actitud positiva es esa búsqueda.

Este aliento esperanzador te da la energía para enfrentar los desafíos con una mentalidad de solución. No se trata de ignorar los problemas, sino de enfocarte en las soluciones y en el progreso. El impulso constructivo te guía hacia adelante.