“El universo conspira a favor de quienes se mueven con propósito.”

No eres un pasajero en la deriva de la vida, sino un piloto que traza su rumbo. Cuando tus acciones están alineadas con un propósito claro, el cosmos parece plegarse a tu voluntad, ofreciéndote el impulso y las oportunidades necesarias.

Piensa en un río que fluye hacia el mar. Aunque encuentre obstáculos, su curso natural lo dirige hacia su destino. Tu propósito es esa fuerza orientadora. Al moverte con intención, te conviertes en un cauce por el que la fortuna, el estímulo y la inspiración pueden fluir libremente.