
“Cosecha la motivación en los surcos de tus esfuerzos cotidianos.”
No busques la inspiración en lugares lejanos; a menudo se encuentra en la tierra fértil de tus propias acciones. La motivación diaria es el fruto que recoges de tus siembras diarias, del esfuerzo constante y la dedicación en las tareas más sencillas. Es el resultado del trabajo bien hecho, repetido una y otra vez.