“El sol de hoy no se detiene por las nubes de ayer.”

Cada amanecer es un lienzo fresco, una oportunidad para pintar un nuevo cuadro de tu vida. Las sombras del pasado, por densas que parecieran, no tienen el poder de teñir la luz presente si eliges mirarla.

Piensa en ello como si fueras un faro: las tormentas que asoló el mar anoche no impiden que su haz de luz guíe a los navegantes hoy. Tu espíritu posee esa misma resiliencia, ese impulso intrínseco que te permite reorientarte y brillar de nuevo.

Permite que la energía renovada del día disuelva las memorias de lo que fue, y enfócate en el brillo que te espera.