“Que la gratitud sea el fertilizante que nutre la semilla de tu motivación diaria.”

Apreciar lo que ya posees y las pequeñas victorias del camino actúa como un nutriente vital para mantener viva tu llama interior. La gratitud amplifica tu enfoque en lo positivo, fortaleciendo tu deseo de seguir adelante.

Piensa en un jardinero que cuida sus plantas con esmero. La gratitud es el abono que, al aplicarlo a tus esfuerzos, hace que tu motivación florezca con más vigor. Ese aliento constante te recuerda el valor de tu viaje.