
“Despierta con la chispa que enciende tu propósito.”
Cada amanecer no es solo el retorno de la luz, sino una invitación a reavivar la llama interior que nos impulsa hacia nuestros sueños.
Imagina tu propósito como un faro en la niebla de la duda. La "chispa" es ese primer destello de determinación, ese deseo incandescente que te saca de la cama y te enfoca en la dirección correcta, incluso cuando el camino parece incierto. No esperes a que la motivación externa te empuje; cultiva esa combustión interna, ese fuego sagrado que te recuerda quién eres y hacia dónde vas.