“Que tu resiliencia sea el viento que hincha las velas de tu progreso.”

La vida presenta inevitables tormentas, momentos de adversidad que amenazan con detenerte. Sin embargo, tu capacidad para recuperarte, tu resiliencia, es la fuerza elemental que impulsa tu barco hacia adelante.

Piensa en un velero navegando contra el viento. El viento no es un obstáculo, sino la fuente de su movimiento. De manera similar, las dificultades son el combustible que, cuando se maneja con habilidad, potencia tu impulso. Cada desafío superado te vuelve un marinero más experimentado, listo para enfrentar lo que venga.