“El motor de tu progreso no es la ausencia de miedo, sino la presencia de un propósito más grande que tus dudas.”

A menudo, el temor nos paraliza, un guardián invisible que custodia nuestras zonas de confort. Sin embargo, cuando el "por qué" de nuestras acciones resuena con fuerza en nuestro interior, se convierte en un faro inquebrantable que disipa las sombras de la incertidumbre.

Piensa en las grandes exploraciones: los navegantes no se detenían ante la bravura del océano, sino que avanzaban impulsados por el anhelo de descubrir nuevas tierras. Tu propósito es esa tierra prometida.