
“Que tu ímpetu sea un eco de mil amaneceres.”
Esta metáfora busca evocar un impulso perpetuo. Imagina la fuerza acumulada de innumerables mañanas que se unen para darte la energía necesaria hoy. Es un recordatorio de la fuerza que llevas dentro, renovada cada día.
Tu motivación no tiene por qué ser una chispa efímera. Puede ser un fuego constante, alimentado por la promesa de un nuevo comienzo. Deja que ese ímpetu te impulse a dar lo mejor de ti, hoy y siempre.