“El motor de tu mañana se enciende con la chispa de un propósito humilde.”

Piensa en un pequeño motor que, con una sola chispa, cobra vida y se pone en marcha. Tu propósito, por modesto que parezca, es esa chispa. No necesitas cambiar el mundo en un solo instante; basta con tener una dirección clara para que tu energía fluya con intención.

Ese propósito humilde, como un faro en la niebla, te guía. Puede ser terminar una tarea pendiente, aprender algo nuevo, o simplemente ofrecer una sonrisa. Cada pequeña luz que enciendes con tu propósito diario te impulsa hacia adelante, fortaleciendo el motor de tu mañana.