
“Despierta con la chispa, no con la obligación.”
La vida nos ofrece cada amanecer un lienzo en blanco, no para cumplir un deber, sino para pintar con la energía vibrante que llevamos dentro. Es un llamado a la acción desde el alma, un susurro que nos impulsa a explorar lo desconocido con la curiosidad de un explorador ante un nuevo continente.
Imagina que cada día es una melodía única esperando ser compuesta. Si la abordamos con la pesadez de la rutina, solo escucharemos notas discordantes. Pero si la recibimos con la inspiración del primer rayo de sol filtrándose por la ventana, la sinfonía será deslumbrante.