“Que tu voluntad sea el motor que encienda la chispa de cada logro.”

Piensa en un viejo motor de arranque, ese que con un giro decidido libera una potencia latente. Tu voluntad funciona igual. No es solo un deseo pasivo, sino la energía concentrada que pone en marcha el mecanismo del éxito.

Esta fuerza interior, esa pulsión que te empuja a ir más allá de la inercia, es tu verdadero catalizador. Cada pequeña decisión de seguir adelante, de no rendirte ante el primer obstáculo, es un encendido más de ese motor. Es el aliento que te permite superar la resistencia inicial y alcanzar la velocidad de tus metas.