“Cada amanecer es un lienzo en blanco, listo para recibir el pincel de tu voluntad.”

Cada amanecer es un lienzo en blanco, listo para recibir el pincel de tu voluntad. Piensa en ello como si tuvieras una paleta infinita de colores: las experiencias de ayer son tus bocetos, las esperanzas de hoy son tus pigmentos, y la energía que decides desatar es la mano que guía el trazo. No te limites a reproducir lo conocido; atrévete a mezclar tonalidades, a crear contrastes inesperados y a plasmar en tu día la obra maestra que reside en tu interior. El impulso para comenzar reside en ese primer toque de color.