“Deja que tu espíritu sea un río caudaloso, capaz de erosionar la roca de la complacencia.”

La complacencia es la quietud del estancamiento. Para mantener el flujo de la vida y el crecimiento, necesitamos una fuerza interna que supere la inercia.

Compara tu espíritu con un río caudaloso. La complacencia es como una roca inamovible que intenta detener su curso. Sin embargo, la fuerza constante y el impulso de un río pueden, con el tiempo, erosionar incluso las rocas más duras. Mantén esa fluidez, esa energía vital que te impulsa a avanzar.