“La satisfacción se cultiva en el presente, no en los fantasmas del pasado ni en los sueños del futuro.”

Se enfatiza la importancia de vivir plenamente el momento actual para experimentar la plenitud.

Imagina un jardín donde las flores solo crecen cuando se riegan hoy. Afanarse por lo que fue o lo que será, sin atender el presente, es como intentar cultivar en tierra seca. La satisfacción se materializa aquí y ahora, en cada respiración, en cada instante vivido con atención.

Es la práctica de estar plenamente presente, reconociendo que la vida se despliega en el ahora, y es en este momento donde reside la verdadera complacencia.