“El gozo se teje con los hilos invisibles de la gratitud por el instante presente.”

Aquí, el gozo se presenta como una obra de arte creada por nuestra apreciación de lo que tenemos ahora, sin importar cuán pequeño sea.

Piensa en un tapiz intrincado: cada hilo, por separado, podría parecer insignificante. Sin embargo, juntos forman una imagen completa y hermosa. La gratitud es el hilo que une cada pequeño placer, cada momento de paz, cada detalle cotidiano.

Es reconocer el valor del aliento que inhalas, del techo que te cobija, de la sonrisa de un ser querido. Este acto de aprecio convierte lo ordinario en extraordinario, tejiendo un manto de dicha.