“La serenidad es el eco de un alma en paz consigo misma.”

Buscar la felicidad a menudo implica una búsqueda externa frenética. Sin embargo, la paz interior es el verdadero cimiento del bienestar. Cuando logramos una armonía interna, cuando nuestras acciones se alinean con nuestros valores, la serenidad se convierte en nuestra aliada constante.

Es como encontrar un remanso de calma en medio de una tormenta. No se trata de la ausencia de problemas, sino de la capacidad de enfrentarlos desde un lugar de equilibrio. Esta tranquilidad no se impone, se cultiva a través de la autocomprensión, la aceptación y la práctica de la atención plena.