“La dicha se manifiesta cuando bailas al ritmo de tu propia melodía interior, sin importar el compás del mundo.”

A menudo, intentamos sincronizar nuestros pasos con la música que suena a nuestro alrededor, preocupados por encajar o por seguir las tendencias. Esta frase nos anima a encontrar nuestra propia cadencia, a celebrar la singularidad de nuestra existencia y a dejar que nuestro espíritu baile libremente.

Piensa en ello como una danza en solitario. No necesitas una pareja ni una pista de baile elaborada. Tu propio ritmo, tus propios movimientos, son suficientes para crear un momento de pura alegría. La dicha se revela en esa libertad, en la satisfacción de expresar tu ser más auténtico, sin importar si el resto del mundo está bailando la misma canción.