“La dicha es el arte de encontrar la serenidad en el caos, como una flor de loto que emerge pura del lodo.”

Las dificultades y el desorden son parte inherente de la vida, pero no tienen por qué robarnos la paz. La dicha profunda radica en nuestra capacidad de mantener la calma interior, sin importar las circunstancias externas.

La metáfora de la flor de loto es poderosa: crece en el fango, pero emerge inmaculada. Debemos esforzarnos por ser como esa flor, manteniendo nuestra serenidad y nuestra capacidad de sentir alegría incluso cuando el entorno parece turbulento. Es un acto de resiliencia que cultiva un bienestar duradero.