“La satisfacción se encuentra en la danza entre la acción y la contemplación, en el equilibrio del ser.”

La satisfacción profunda no reside únicamente en el hacer o en el ser, sino en la armonía de ambos. Es encontrar placer tanto en el esfuerzo como en el descanso, en la meta alcanzada y en el proceso vivido.

Piensa en un músico que disfruta tanto de la composición como de la interpretación. Ese equilibrio es clave para un gozo duradero.

Abraza ambos lados de la moneda de la vida y encontrarás una dicha más completa.