“En cada instante reside el potencial de una efímera exultación; solo hay que abrir los sentidos para percibirla.”

La felicidad, en su forma más pura, a menudo se manifiesta en momentos breves pero intensos de alegría.

Estos destellos de exultación, como mariposas revoloteando, están presentes en el día a día, esperando que estemos lo suficientemente atentos para admirar su vuelo. Abrir nuestros sentidos, sintonizar con el presente, nos permite capturar estas pequeñas joyas de gozo.