“La dicha es la resonancia de un propósito cumplido, un eco dulce en el corazón del viajero.”

La dicha es la resonancia de un propósito cumplido, un eco dulce en el corazón del viajero.

Sentir que nuestras acciones tienen un significado y que estamos avanzando hacia metas que nos importan profundamente es una fuente inagotable de bienestar.

Imagina un peregrino que, tras un largo viaje, llega a su destino sagrado. La satisfacción no está solo en la meta, sino en el viaje mismo y en saber que ha honrado su camino. Ese eco de propósito cumplido es la dicha que valida nuestro esfuerzo y nos llena de placer.