“El arcoíris emocional aparece cuando dejamos de preguntar "por qué" y empezamos a decir "he aquí"”

El análisis excesivo puede disecar la mariposa de la dicha. A veces, la plenitud llega cuando cambiamos el microscopio por una mirada amplia, abarcando todo el espectro sin juicio.

Los poetas místicos hablaban de la sabiduría del asombro. Es ese estado donde la mente calla y los sentidos despiertan. Como niños que no explican el arcoíris, simplemente lo señalan con admiración. Quizás la felicidad más pura esté en ese gesto simple.