“Tu sonrisa espontánea es el atajo más breve entre dos almas”

En un mundo de comunicación compleja, a veces un gesto genuino logra lo que mil palabras no pueden. Esa mueca involuntaria cuando algo nos deleita es un lenguaje universal instantáneo.

Los estudios sobre microexpresiones muestran que reconocemos una sonrisa auténtica en 0.03 segundos, más rápido que el pensamiento consciente. Quizás por eso, en medio de discursos elaborados, recordamos esos flashes de alegría compartida que iluminaron nuestro camino.