“El bienestar florece cuando aprendemos a abrazar el presente, sin atarnos a lo que fue ni a lo que será.”

La felicidad no es un futuro lejano ni un pasado nostálgico. El bienestar está en el ahora, en la capacidad de estar plenamente presentes. Al abrazar el momento que vivimos, descubrimos la paz que tanto buscamos.

Cuando nos liberamos de las cargas del pasado y las preocupaciones del futuro, el gozo comienza a brotar naturalmente. Vivir con conciencia plena nos permite disfrutar de lo simple: el sonido de la lluvia, el brillo de una estrella, o la risa de un ser querido.

El presente es el único tiempo que realmente poseemos, y al disfrutarlo, nuestra felicidad se convierte en un estado constante, lleno de agradecimiento.