“El gozo es el eco de un corazón que se ha liberado de las cadenas de la expectativa, danzando en la libertad del presente.”

El gozo auténtico se experimenta cuando dejamos de perseguir un futuro idealizado y nos permitimos disfrutar plenamente del momento presente. Es la libertad que emana de soltar las ataduras de lo que *debería ser*, para abrazar lo que *es*, permitiendo que nuestro espíritu baile al ritmo espontáneo de la vida.

Piensa en un músico que, en lugar de aferrarse a la partitura, improvisa con pasión. Esa libertad creativa le permite encontrar nuevas melodías y ritmos, expresando un gozo genuino. Al liberarnos de las expectativas rígidas, abrimos espacio para que el gozo impregne cada instante.