“Descubre el placer oculto en la gratitud por lo que es, no solo por lo que anhelas.”

La *felicidad* a menudo reside en la apreciación de lo que ya poseemos, un tesoro frecuentemente ignorado.

Imagina a un mendigo agradeciendo la migaja que recibe, mientras un rey se lamenta por un reino lejano. La perspectiva lo es todo. Practicar la gratitud nos ancla al presente, transformando lo ordinario en extraordinario y descubriendo el *gozo* intrínseco en cada amanecer, en cada respiración.

Este *bienestar* se cultiva al reconocer las bendiciones, grandes y pequeñas, que tejen el tapiz de nuestra vida, generando una *satisfacción* profunda y duradera.