“La felicidad se encuentra en la danza del presente, un ritmo que el alma aprende a seguir con gozo.”

La felicidad no es un punto de llegada, sino una forma de movernos a través de la vida.

Imagina bailar; no te enfocas solo en el final de la coreografía, sino en el movimiento, en el ritmo, en la conexión con la música. De igual manera, la dicha se experimenta al abrazar el presente con fluidez, permitiendo que cada instante nos guíe con un ritmo propio.

Es la satisfacción de sentir el pulso de la vida y responder con alegría.