“El éxito es el eco del coraje que te lanza al vacío de lo desconocido.”

La conquista más profunda nace de la audacia de dar un salto sin saber exactamente dónde caeremos. El coraje es el trampolín hacia el triunfo.

Imagina a un acróbata a punto de lanzarse desde una gran altura. El vacío de lo desconocido es aterrador, pero es en ese instante de valentía, cuando el coraje vence al miedo, que comienza la verdadera acrobacia. El eco de ese lanzamiento, la demostración de confianza en uno mismo, es lo que permite la espectacularidad y el éxito de la actuación. Cada vez que elegimos la audacia sobre la seguridad, estamos sembrando las semillas de nuestra propia victoria.

Esta frase inspira a abrazar el riesgo calculado como el catalizador fundamental para el logro.