“Tu mayor <strong>logro</strong> no es la cima alcanzada, sino la resiliencia cultivada en el ascenso.”

La esencia del éxito reside a menudo en la fuerza interior que desarrollamos al enfrentar desafíos. La capacidad de recuperarse, adaptarse y seguir adelante es la verdadera medalla, más allá de la meta externa.

Piensa en un árbol que, azotado por vientos fuertes, afianza sus raíces en lugar de quebrarse. Su victoria no está en la ausencia de tormentas, sino en la solidez que ha ganado. El éxito es esa robustez adquirida, ese temple que nos permite afrontar el futuro.