“No es la ausencia de fracasos, sino la presencia de aprendizaje lo que define al triunfador.”

Piensa en un explorador que, tras cada desvío, ajusta su mapa con nuevas marcas.

El camino hacia el éxito está salpicado de tropiezos. Lo que distingue a un verdadero vencedor no es la ausencia de caídas, sino la habilidad de aprender de cada error, de transformar los reveses en lecciones valiosas. Cada fracaso se convierte en un escalón, cada corrección en un mapa más preciso para la próxima conquista.