“Tu mayor conquista no será evitar la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia de los imprevistos.”

Reflexiona sobre el éxito como una coreografía de vida. No se trata de tener un camino perfectamente despejado, libre de cualquier adversidad, sino de desarrollar la gracia y la habilidad para adaptarte cuando el escenario cambia inesperadamente. La lluvia, esa metáfora de los contratiempos y las sorpresas, puede parecer un impedimento. Sin embargo, cuando aprendemos a movernos con fluidez a través de ella, encontrando ritmo y propósito incluso en el caos, descubrimos una forma de celebración y triunfo más profunda y personal.