“La cumbre del éxito se alcanza respirando la valentía.”

Para ascender a las cimas del éxito, es indispensable alimentar el coraje que reside en nuestro interior.

Imagina a un escalador que, al enfrentarse a una pared vertical, toma una profunda bocanada de aire antes de dar el primer paso. Esa valentía es el oxígeno que te impulsa hacia adelante, que te permite superar el miedo y la duda. El triunfo se manifiesta en la capacidad de respirar hondo ante el desafío y avanzar con firmeza. Es la conquista de tu propia fortaleza.

Es una realización que se saborea desde la audacia.