“El éxito es el eco silencioso de los "sí puedo" susurrados en la soledad de tus mayores esfuerzos.”

El éxito se presenta como una recompensa interna, nacida de la autoconvicción y la perseverancia ante los desafíos, a menudo en momentos de soledad.

Visualiza al atleta entrenando antes del amanecer, cuando nadie más está presente. En esa quietud, repite para sí mismo: "Yo puedo". Cada repetición, cada gota de sudor, es un pequeño acto de fe. La victoria se gesta en esos murmullos internos, culminando en una realización que solo él conoce íntimamente.