“El éxito genuino se siembra en la tierra fértil del auto-conocimiento.”

El logro más profundo no es externo, sino interno. Comprender tus fortalezas, tus debilidades y tus pasiones es como conocer la tierra que vas a cultivar.

Sin esta comprensión, cualquier semilla de esfuerzo puede ser plantada en suelo infértil, condenada a no germinar. Cuando te conoces a ti mismo, identificas las semillas adecuadas, sabes cuándo plantar y cómo nutrir tu propio crecimiento.

Esta realización personal es la base sobre la cual se construyen todas las demás conquistas, una base sólida que resiste las tormentas y florece con el tiempo.