“La conquista de un sueño no se mide por el tamaño del anhelo, sino por la solidez del compromiso con su realización.”

Todos tenemos anhelos, grandes o pequeños. Sin embargo, la verdadera "conquista de un sueño" no depende de su magnitud inicial, sino de la fuerza de nuestro "compromiso" para hacerlo realidad.

La "solidez" de ese compromiso se demuestra en la perseverancia, la dedicación y la voluntad de superar los obstáculos que surjan en el camino hacia ese sueño.

Piensa en la construcción de una represa: no importa cuán grande sea el río que se quiere contener, la fortaleza de la estructura dependerá de la calidad de los materiales y la dedicación en su construcción, no del caudal inicial.