“El amor es la tinta invisible que dibuja el destino en el lienzo de la vida.”

El amor es esa fuerza primigenia, ese trazo invisible que no se ve pero se siente, que guía nuestros pasos y entrelaza nuestras almas.

Es como la argamasa que une los ladrillos de nuestras experiencias, dándoles forma y sentido. Imaginemos que cada encuentro, cada mirada cómplice, es una pincelada en ese gran mural que es nuestra existencia. Sin esta sabia presencia, la obra sería un boceto inconcluso, carente de la pasión y el afecto que la hacen vibrar.