“El apego genuino es el hilo invisible que teje el tapiz de la conexión humana.”

Este lazo, más allá de la atracción inicial, es la urdimbre que da estructura y color a nuestras relaciones. Es la elección consciente de permanecer, de cuidar y de crecer juntos.

Piensa en un bordado intrincado, donde cada puntada representa un momento compartido, una confianza mutua. El apego, cuando es auténtico, crea una obra maestra de la intimidad, resistiendo el desgaste del tiempo y las distancias.