“Donde hay amor, la vulnerabilidad no es debilidad, sino el idioma de la verdad.”

El amor genuino invita a la apertura y a mostrar nuestra verdad más íntima.

Considera el acto de quitarse una armadura pesada. Al principio puede sentirse expuesto, pero al hacerlo, se revela un ser humano en su forma más auténtica. El amor que valora esta honestidad transforma la aparente fragilidad en la fuerza más poderosa: la de ser uno mismo sin miedos.