“La devoción amorosa es el elixir que nutre el árbol de la vida en común.”

La devoción va más allá de la rutina; es un compromiso profundo y constante. Es como el elixir que se vierte sobre las raíces de un árbol, asegurando su crecimiento y vitalidad. En una relación, esta entrega mutua y constante es lo que permite que la vida compartida florezca, produciendo frutos de alegría y prosperidad.