“El amor es el eco de nuestras propias bondades, devuelto por el universo.”

Esta perspectiva sugiere que el amor es una manifestación de nuestra propia naturaleza benévola.

Al proyectar afecto y generosidad, atraemos experiencias y personas que reflejan esas cualidades. Es como lanzar una piedra a un estanque y ver las ondas que se expanden, o como un espejo que devuelve nuestra propia imagen. Piensa en la bondad que das como una semilla que germina en abundancia en tu propio camino.