“Amar es descubrir un universo en la constancia de una mirada.”

A veces, el mayor descubrimiento no reside en lo exótico, sino en la profundidad de lo familiar. Una mirada, cargada de años de afecto y comprensión, puede revelar galaxias de emociones y un amor inquebrantable, como observar las estrellas con un telescopio que solo tú posees.

El enamoramiento inicial puede haber sido deslumbrante, pero es la constancia en el cariño lo que revela la verdadera inmensidad del amor, un apego que se fortalece en la quietud de la presencia.