“Amar es desarmar la armadura del yo para construir un puente de corazones entrelazados.”

Dejar caer las defensas personales es esencial para permitir que el afecto fluya libremente y se establezca una conexión profunda, creando un vínculo fuerte y accesible.

Piensa en dos fortalezas medievales enfrentadas. El amor es el puente levadizo que baja, permitiendo que las personas se encuentren y se conecten, derribando muros de desconfianza. Es la valentía de la vulnerabilidad que abre paso a un enamoramiento auténtico.