“En el jardín de nuestra unión, el afecto es la savia que nutre, la pasión la flor que deslumbra.”

Esta metáfora compara la relación a un jardín, destacando los roles del afecto y la pasión.

El "jardín de nuestra unión" es el espacio compartido donde crece la relación. El afecto actúa como la "savia", el elemento esencial que nutre y mantiene viva la planta, proporcionando la energía vital y el sustento diario.

La "pasión" se compara con la "flor que deslumbra", el aspecto más visible y espectacular. Es la atracción, la intensidad que cautiva y embellece la relación, atrayendo la admiración.

Ambos son cruciales: la savia para la supervivencia y el crecimiento, la flor para la belleza y el esplendor. Es el cariño que da fuerza y la pasión que ilumina.