“En el jardín del apego, florece la comprensión, regada por el rocío del entendimiento mutuo.”

El apego, cuando es saludable, es un vínculo que nutre. No es una cadena que oprime, sino una raíz que da soporte y permite el crecimiento mutuo.

Piensa en un jardín secreto. Las plantas son las personas y el terreno fértil es la relación. El entendimiento es la lluvia suave que cada día cae, y la comprensión es la flor que, al ser tocada por ese rocío, revela su más íntima y hermosa fragancia. Es en ese espacio donde el cariño florece en su máxima expresión.