“El amor, en su esencia, es el arte de mirar al otro y ver la eternidad.”

Esta visión del amor trasciende lo meramente terrenal. Ver la "eternidad" en otra persona significa reconocer un valor infinito, una conexión que va más allá del tiempo y el espacio, una cualidad casi divina en el ser amado.

Es un reconocimiento profundo de la esencia del otro, como si se vislumbrara un cosmos entero en sus ojos. El amor, en su expresión más pura, es este acto de percepción trascendente.