“En el amor verdadero, la presencia ausente del ser amado es una constelación que ilumina las noches de la soledad.”

Esta es una reflexión sobre el amor que trasciende la mera presencia física. El recuerdo y la esencia de la persona amada pueden ser un consuelo y una guía incluso en su ausencia.

Imagina estar en una noche oscura, sintiendo la falta de alguien. Pero al alzar la vista, ves en el cielo una constelación cuyo brillo te recuerda sus ojos, su sonrisa, su esencia. Ese recuerdo se convierte en una luz esperanzadora, disipando la negrura.