“La pasión es la chispa que enciende la eternidad en un instante compartido.”

El enamoramiento, en su máxima expresión de pasión, tiene la capacidad de condensar el tiempo. Es ese momento arrebatador donde cada latido se magnifica, cada roce se vuelve eléctrico, y el presente se expande hasta sentirse infinito. Es la alquimia que convierte lo efímero en algo trascendente, un instante que, por su intensidad, parece haber sido vivido a lo largo de eras.

Similar a cómo un relámpago ilumina el cielo nocturno con una luz deslumbrante, la pasión ilumina el alma, dejando una huella imborrable.